sábado, 18 de abril de 2015

* Tiempos difíciles para unos y otros, antes y ahora *

***Son tiempos difíciles para muchas personas de distintos lugares de éste vasto planeta.
Si no fuera por internet, sólo nos enteraríamos a grandes rasgos, con títulos sin contenido.
*Crisis económica en España*, por ejemplo.
Pero detrás de los títulos, de las noticias, de las editoriales...hay personas.., hay hermanos.
En ésto de analizar más allá de mí mismo, algunas veces me cuestioné sobre la decisión de mis abuelos españoles, que en aquellos años de penurias no aguantaron más y se vinieron a la América. 

Se estima que entre 1857 y 1955 más de 2 millones de españoles emigraron a Argentina, la mayoría procedentes de Galicia, el País Vasco, Asturias, Cantabria, Cataluña en el norte de España y también de Andalucía y otros lugares del sur.
Fruto de aquellos, somos muchos que como yo, escribimos en un blog y compartimos nuestros pareceres.



Imagino a los españoles que se quedaron en su España y se tuvieron que fumar lo que no les gustaba. 
¿Qué pensarían de los que se fueron?.
Pero la historia es un devenir de causas y efectos, de estar arriba y de estar abajo.
Así como mis abuelos, aquí en los 85/90, argentinos decidieron irse escapando del desastre que el neoliberalismo hacía, dejando tierra arrasada y matando toda esperanza de un futuro cuanto menos digno. 
Yo no sé como carajo hicieron mis abuelos para pagarse el pasaje en aquél barco, quizás vendiendo las pocas ovejas que tenían, o mediante la caridad de sus familiares, o tal vez habrían barcos para pobres con la intención de sacárselos de encima...
Aquí en los 90 especialmente, emigrar de Argentina fué otra cosa.
Me remito a un documento de la Fundación Iberoamérica-Europa;



-Se tiende a pensar que la gran mayoría de los emigrantes son personas pobres o muy pobres que buscan oportunidades de prosperar económicamente en lugares
distintos a la patria. Esta afirmación no es del todo cierta. Es cierto que la pobreza puede ser determinante para tomar la decisión de buscar otras tierras, pero muchas veces la misma pobreza es un inconveniente y dificulta este viaje. Pagarse un billete de avión hacia España o Estados Unidos o cualquier otro país no suele estar al alcance de cualquiera y menos para los que apenas tienen dinero para pasar el día a día. Sin embargo, la gente de clase media o media alta, sí que tiene más posibilidades de conseguir ese billete, incluso de retornar y volver a irse con cierta frecuencia. Además, la formación de las personas económicamente pudientes, tanto cultural como laboral, es a priori, una ventaja y un activo en el país de destino. Ventaja que le puede permitir acceder a puestos especializados que suelen estar mejor remunerados.
La emigración argentina se enmarca más en este segundo ámbito que en el primero. Las razones por las que los argentinos abandonan su país en busca de nuevas oportunidades responden más a los modelos políticos de sus mandatarios y las consecuencias más inmediatas de esas decisiones que a una situación de pobreza endémica como la que afecta a otras zonas de Latinoamérica.



Argentina sufrió durante la mayor parte del siglo XX una serie de crisis económicas recurrentes con persistentes déficits fiscales y de cuenta corriente, alta inflación, aumento de la deuda externa y fuga de capitales. Estas crisis han terminado por provocar oleadas de emigración lo que ha roto el sentido de la migración de décadas anteriores, pues este país había sido destino principal de muchos emigrantes europeos, sobre todo españoles e italianos. La corrupción que suele acompañar al sistema político agravó la situación y las reformas que realizó Carlos Saúl Menem, el último presidente del siglo XX no habían solucionado nada pues no eliminaban la raíz del problema. Los argentinos dejaron de confiar en sus propias instituciones y en su moneda, que perdió valor y dejó de ser fiable. La dolarización de la economía y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional generaron mayor descontento, dominando la idea de pérdida de soberanía. La retirada masiva de los fondos de los bancos provocó el *Corralito*. Los que pudieron sacaron del país sus ahorros y los que no, tuvieron limitado el dinero que podían manejar. La crisis económica se agravó y la pobreza se disparó de tal modo que los argentinos que pudieron abandonaron el país.



Bien claro, veamos ahora el presente;

-Más de 25 mil argentinos que habían emigrado a España corridos por la hiperinflación del 89 y el corralito del 2001-2002 decidieron emprender la retirada de allí, corridos por la crisis que afecta a ese país, según revela una investigación encargada por la Comunidad de Madrid;

*En tiempos de crisis en Argentina vivíamos mejor que en tiempos de crisis en España. Decidí comenzar una búsqueda laboral estando en Vigo, porque allí estuve los últimos meses en el paro. Mi hija, casi adolescente, nos veía en casa todos los días, como si la vida fuera eso: levantarse, hacer lo que se puede e irse a dormir; vivir con lo justo, cuando sabés que das para más*, cuenta una científica expatriada en 2002. *En lo personal, fue un período agónico: trabajar de lo que venga, cuando te has preparado toda tu vida para otra cosa*, sigue su relato. Finalmente, retornó al país en junio de 2012, con la ayuda del Plan Raíces promovido por el gobierno nacional, para favorecer el regreso de investigadores y científicos que residen en el exterior y desean volver a la Argentina. *Me seleccionaron, volví a la Argentina y pasé las tres entrevistas del proceso de selección laboral. 

Hoy ocupo un puesto como investigadora científica en una institución de prestigio internacional*, señaló.
La imposibilidad de acceder a un mejor status social o, incluso, al mismo nivel de vida que se disfrutaba en Argentina, es uno de los factores sociales que motivan el regreso de migrantes argentinos. Ese escenario les impuso a las familias *ciertas restricciones que no tenían previstas, como por ejemplo el acceso a diversos objetos o productos, o a cierto estándar de vida que tenían pensado*, apunta el estudio, realizado por la periodista e investigadora argentina Hebe Schmidt, docente de la Escuela de Profesionales de la Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, donde reside desde 2002.



Las razones que los mueven a emprender la retirada son múltiples y variadas: ésa es otra de las conclusiones del estudio. No existe un único motor: *Hay una conjunción de motivos y factores*, señala la autora. Por falta de empleo, porque lo perdieron todo, porque no lograron insertarse al mercado laboral, por la imposibilidad de acceder a un mejor status social o incluso al mismo nivel de vida que tenían en Argentina, porque se están por jubilar y no consiguieron cotizar lo necesario para cobrar un haber en España, pero también por la nostalgia del hogar, para que sus hijos crezcan cerca de abuelos y tíos, porque sus hijos ya adolescentes decidieron regresar o por problemas de salud propios o de sus padres.

*Quedaron atrapados entre dos crisis*, destaca Schmidt. La que los impulsó a irse del país =la híper del 89 que detonó la caída de Raúl Alfonsín, o el corralito del 2000-2001 que desencadenó la huida de Fernando de la Rúa de la presidencia=, y la que afecta a la Eurozona y particularmente a España, y que tuvo un impacto contundente en la caída del empleo entre inmigrantes, *debido al formato precario de inserción laboral que prevalece en ese colectivo*, describe la autora.
Los argentinos no son los únicos migrantes latinoamericanos que han decidido irse de España: 60 mil ecuatorianos retornaron en la última década a su país y 67 mil peruanos desde 2009 a la fecha. *Si bien el retorno de la emigración latinoamericana se ha ralentizado, no obstante, aún quedan más de cuatro millones de personas de América latina en Europa, principalmente afincadas en España, Reino Unido, Holanda, Italia y Francia, mientras que los europeos residentes en América latina suman 1.250.000, destaca Schmidt.



Cómo no recordar aquellos 90...si yo no veía salida por ningún lado, era desesperante...todo lo que me rodeaba era depresión, angustia, callejones sin salida..ver que el futuro no existía..ni para mí ni para mis hijos. Brazos caídos, indiferencia, lucha estéril. Nada te contagiaba a ofrecer resistencia, los favorecidos como siempre...indiferentes y felices, y uno, más solo que Adán en el día de la Madre. Comerme trompadas por salir a protestar a las calles era la norma, garrote y gas, no había más nada. Y por mi trabajo bendito, me surgió la posibilidad de ir a España, tenía todos los requisitos, hasta el dinero prestado para el avión...

Imaginarán que un tipo como yo, que ya conocen por los 4 años de éste blog, se pensó todo...meditó todo, un desentramador, como me dijeron ésta tarde, no sé si como elogio o como crítica.
Y me quedé y quedarme no fué fácil. Me imaginé lejos de mi tierra, los comentarios de amigos que habían emigrado me tentaban por un modelo de país bien aceitado, casi perfecto, pero sus penas de desarraigo me desalentaban. No sé si hice bien o mal pero de quedarme aquí no me arrepiento.
La clave está en priorizar, me parece, entre lo que me faltaba y lo que tenía, que era pòco pero mucho a la vez. Muchos se irían hoy pensando en más seguridad a España, muchos en España se sentirían felices de salir de la ley mordaza y venir aquí a hacer piquetes sin que nadie les prohiba hacerlo..



Hoy con éste diabólico y bendito internet, puedo conocer las penurias de hermanos españoles, muchos creen ver en Argentina un destino de alivio, sin embargo, todo puede ser mejor en algunos aspectos pero no en otros. Es cierto, aquí hay mejorías, pero nuestras mejorías nunca se equipararán al estado de bienestar de Europa.
Las mejorías serán buenas para nosotros, pero no tanto para quienes en crisis europea, jamás podrían entender cómo aquí es posible sentirse bien...con tantas falencias..
Extraigo las palabras de un blog español que me parece de buen tino para mis hermanos de la península;

-No corren buenos vientos en muchísimos hogares españoles afectados por la crisis material unos y por crisis de valores otros. Hemos convertido el día a día en un ring de boxeo, pero a esas personas que se empeñan en poner solución a los problemas a base de vituperar al que tiene cerca de sí, recordarle que en el boxeo no pierde el que se cae sino el que no se levanta y por ello hemos de hacer todo lo posible para superar las barreras que nos pone la vida y seguir adelante.

Porque no se trata de cosechar a tontas y a locas para que luego el resultado no sea el deseado, no debemos negar que a veces no nos gusta aquello que hemos sembrado simple y llanamente porque no nos hemos parado a pensar en lo que deseábamos sembrar y hemos recogido lo que merecíamos por no haber sabido seleccionar la semilla a sembrar.
Toda crisis sea cual fuere su identidad tiene tres fases: una solución, una fecha de caducidad y una enseñanza para nuestras vidas. Porque si abrimos la mente a nueva idea, jamás volverá a su tamaño original. Así con el esfuerzo de todos podremos salir adelante, no somos árboles y por ende si no nos gusta donde estamos podemos movernos para cambiar a mundo mejor.



Es cierto que el hombre se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracasado hasta que empieza a culpar a los demás de sus propios errores. Ser prepotentes nos hace fuertes un día; pero ser humildes nos hace fuertes para siempre.
Para salir adelante hay que caminar al unísono, sumar esfuerzos, el esfuerzo sólo alcanza su recompensa tras habernos negado a ser vencidos. Las transformaciones no resultan difíciles de hacer, lo que realmente cuesta es ponerse en disposición de hacerlas. Y si alguien cree que los esfuerzos individuales nos traerán progreso, bienestar cae en un gran error.
Como decía Madre Teresa de Calcuta: *Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas*.



Excelente opinión y recomendación.
Es en la unión como se puede cambiar el destino colectivo, sí, primero cambiar individualmente, luego colectivamente.
A veces no alcanza, y los gobiernos opresores y desalmados terminan cayendo por sus propias torpezas, más que por nuestra capacidad de ser resistencia.
Si la resistencia está dividida...difícil que el chancho chifle, si la resistencia es la minoría, no queda más que pan y ajo, ajoderse.
O se milita y se compromete uno, o se desangra en la espera, en la queja, en la amarga existencia y en la del tero, chillar en el nido propio y poner los huevos en nido ajeno..
La Democracia no es para justos, es para inteligentes y votar es inteligencia.
No hay partidos afines a como pensamos, hay empatías o desempatías, lo perfecto es para los cielos, lo imperfecto para los hombres, no hay políticos santos, como en las iglesias, ni como Osho, ni como Gibrán, nuestros políticos son emergentes de la sociedad, y en esa sociedad vivimos nosotros, máquina de parir políticos.



Mañana justamente debo ir a votar, como todos los que vivimos en ésta Provincia, Santa Fé.
No son elecciones decisivas, son internas que definirán los candidatos reales a las elecciones decisivas posteriores, se votará con el corazón y con la razón, con los odios y los amores, sólo espero que lo que salga sea para el bien de las mayorías, y si me toca ser minoría insatisfecha pues...no queda otra que trabajar, cada día se hace la Democracia, y no alcanza el cacareo...hay que arremangarse y laburar, meter la papeleta en la urna no da por finalizado el acto de elegir, hay que regar la planta todos los días...o dejarla morir.



Gilgamesh***

Fuentes;
-pagina12
-objetivocastillalamancha

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